La atención sanitaria a las personas cuando se organiza de forma fragmentada, genera un buen número de problemas. En primer lugar a la propia persona, que puede tener parcialmente resueltos problemas sin resolver el conjunto de ellos o sin llegar a la verdadera solución del problema-raíz. En segundo lugar genera un problema grave a los profesionales, que ven dificultada su labor por falta de acceso a recursos tanto profesionales como estructurales que pueden resultar claves en la resolución del problema de la persona. Y también es un problemas para directivos y autoridades sanitarias, debido a que es una causa de ineficiencia y a que puede dificultar que se alcancen los resultados deseados en salud de la población.
En la práctica integrar servicios, ya sea a pequeña escala, por ejemplo dos servicios hospitalarios que pasan a gestionarse de forma integrada (como es el caso de las unidades de gestión clínica) o bien la integración de servicios entre diferentes niveles asistenciales (hospital y atención primaria), o de diferentes proveedores o la integración de los servicios sociales y sanitarios, puede resultar una tarea ardua que aconseja la participación de asesores externos.
Si no se considera necesaria la integración de servicios es posible mejorar la transversalidad de la atención a partir de una reingenieria del proceso de atención mejorando los circuitos y la coordinación entre dispositivos y profesionales.
Si desean contar con nuestro asesoramiento en un proceso de integración de servicios o poner en práctica la reingeniería del proceso de atención con el fin de mejorar la transverslidad, diríjanse por correo electrónico a a.juanpastor@gmail.com o por teléfono al 609069847.